Mientras la jurisdicción contenciosa del Supremo ha repetido este año su “no a la fijeza” como si fuera un salmo de confirmación, el TC les corre la cortina: lo que haya que discutir, se discute en Luxemburgo
Mientras la jurisdicción contenciosa del Supremo ha repetido este año su “no a la fijeza” como si fuera un salmo de confirmación, el TC les corre la cortina: lo que haya que discutir, se discute en Luxemburgo